martes, 10 de febrero de 2009
sábado, 7 de febrero de 2009
Alimenta tu Cerebro

Cuando el cerebro tiene la tarea de "recordar", se registran una serie de movimientos a nivel neuronal que requieren un sinnúmero de elementos para que el objetivo se cumpla. El organismo adquiere esas sustancias principalmente de la alimentación, por lo que suministrárselas en las cantidades necesarias, en el momento oportuno, se traducirá en un excelente trabajo intelectual e impulso a la creatividad.
Estos compuestos brindan buena salud al cerebro, pon atención a los alimentos en que se pueden encontrar :
Calcio y fósforo
Ambos permiten la transmisión de información entre las neuronas, regulando procesos mentales que intervienen en forma importante en la memoria. Están presentes en pescado, leche, queso, huevo, almendras, avellanas, nueces y germen de trigo. A manera de suplemento nutritivo se puede consumir lecitina de soya, que bien puede tomarse todos los días (una cucharadita después de cada comida), ya que además de motivar las actividades cerebrales, tiene acción compensadora de los niveles del colesterol, es decir, baja el malo y sube el bueno.
Cobre
Mineral que equilibra el organismo y tiene efectos sedantes para proporcionar concentración durante el trabajo intelectual. Se encuentra en germen de trigo, leche y sus derivados, espinacas, hígado y yema de huevo; además, colabora en la formación de glóbulos rojos, responsables de conducir oxígeno al cerebro por medio de la sangre.
Magnesio
Elemento que refuerza la memoria y estimula el buen funcionamiento de las neuronas. Pan integral, chocolate, garbanzo, frijol, arroz, espinaca, papaya y plátano, además de germen de trigo, son ricos en este mineral.
Glucosa
Es uno de los principales sustentos del cerebro durante la actividad intelectual, por lo que es recomendable consumir miel o jugo de frutas de manera equilibrada, pues el exceso puede traer otro tipo de problemas -como diabetes-, y una baja administración puede llevar a hipoglucemia (nivel reducido de azúcar) que haría que el cerebro no funcione adecuadamente.
Aminoácidos y oligoelementos
Este conjunto de alimentos activa la potencia cerebral y en particular la capacidad de recordar. Por si fuera poco, eleva el estado de ánimo. Los encontramos preferentemente en mariscos, pescado y almendras.
Vitaminas
La vitamina A (retinol) repara los tejidos, es importante para la vista, combate bacterias e infecciones, y ayuda a la formación de huesos y dientes. Está presente en pollo, pescado, acelgas, berros, espinacas y zanahoria.
Las vitaminas del grupo B inciden significativamente en los cambios de humor y en el rendimiento del cerebro. Un ejemplo de ello es la tiamina o vitamina B1, imprescindible para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la cual, además, provoca apetito, y ayuda al crecimiento y al buen estado de los músculos. La contiene carne de cerdo, vegetales de hojas verdes, legumbres, yema de huevo y levadura de cerveza, así como cereales integrales, hígado y leche. Su deficiencia podría llevar a la pérdida de la conciencia, disminución de memoria y potencial daño cerebral.
Por su parte, la vitamina E se encarga de proteger a los glóbulos rojos, es esencial en el bienestar de las células del organismo y la prevención de coágulos sanguíneos internos. Las oleaginosas en general, como nueces, castañas y almendras son la más notable fuente de esta vitamina.
Carbohidratos
Son la principal fuente de energía para todas las funciones del cuerpo, desde caminar hasta pensar, dormir y memorizar; se encuentran en maíz, frijol, arroz, tortillas, trigo, pan, harinas, pastas, avena y frutas, así como en frutos como higo, plátano, sandía, manzana, fresa, papaya, durazno, pera, naranja, piña y mango. Su consumo excesivo puede desencadenar o acentuar diabetes y problemas cardiovasculares (en corazón y vasos sanguíneos).
viernes, 6 de febrero de 2009
Qué hacer antes y durante un examen.
Antes del exámen
Para estar preparado para un exámen debes planificarlo con antelación, no dejarlo para unos días antes, ya que esto puede llevar a acumular en un breve periodo de tiempo un exceso de información que difícilmente ayudará a obtener los resultados deseados. El tiempo será el mejor aliado para poder poner en práctica las principales técnicas de estudio que facilitan el proceso de aprendizaje, porque no se trata sólo de estudiar, sino de hacerlo con método.
Estudiar y comprender son términos que están íntimamente ligados. Si no se ha comprendido lo que se ha estudiado, difícilmente se podrá recordar en el momento de hacer un examen, leer sin más, memorizar o copiar lo que pone en el libro son actividades pasivas que no posibilitan la comprensión de lo estudiado, sin embargo, utilizar técnicas de aprendizaje como el esquema, el subrayado o el resumen son comportamientos activos que facilitan la comprensión de la materia.
El día antes
· Procura no dedicar el día a estudiar desmesuradamente aquello que aún no has repasado. Así, sólo conseguirás aumentar tu ansiedad y bloquearte mentalmente.
· La noche previa al examen, duerme, al menos, siete horas. Quedarte hasta altas horas estudiando es contraproducente. Si no descansas tu mente, todo tu trabajo se puede ir al traste.
Las horas previas
Intenta llegar temprano al lugar del examen y asegúrate que tienes todo lo que necesitas: lápiz, bolígrafo, tablas, calculadora.
Durante el examen, lea cuidadosamente las instrucciones para cada grupo de preguntas.